El duelo de altura en Madrid, el de los especialistas en rápida en esa pista de tierra que no lo parece, se lo llevó Tomas Berdych, primer finalista del Mutua Madrid Open. El checo (1,96 m) ganó a Juan Martín del Potro (1,98) en los 650 metros de altura de Madrid: 7-6 (5) y 7-6 (6). Con tanto centímetro acumulado de por medio, el partido era normal que se dirimiera a latigazos: los de los saques y los de los restos planos. Y también desde la perspectiva de la deslizante pista azul. "¡El año que viene, rosa!", bromeó voz en grito un espectador, y el argentino se giró hacia él y le aplaudió después de recuperarse de un resbalón. Era el primer día que jugaba en la central y no dio la impresión de sentirse cómodo.

Berdych, séptima raqueta del mundo, llegó a semifinales sin ceder un solo set y sin que le quebraran en ninguno de los 25 juegos que había disputado con su servicio. Del Potro, ahora 11º del mundo y en camino de acercarse a ese cuatro que fue (saldrá de Madrid noveno), le dio el primer susto al romperle y colocarse 2-1. La torre de Tandil se rehizo (5-5) y en el tie-break la tranquilidad del checo decidió.

En el segundo, tras otra alternancia de roturas (primera para el rubio checo en el arranque y segunda para Del Potro en el sexto juego), se llegó a la muerte súbita. Otro patinazo descentró al campeón del US Open 2009, que veía como la posibilidad de reeditar otra final como aquella de Nueva York contra Federer se esfumaba. Berdych cerró a la segunda bola de partido y Del Potro, que venía de ganar en Estoril, se fue maldiciendo un par de decisiones del juez.

El argentino se unió a las ilustres voces que han criticado la pista azul de la Caja Mágica. "A simple vista se ve cómo estaba la pista. Las condiciones son iguales para todos pero es muy difícil jugar. Pero perdí porque Berdych fue mejor". Del Potro no quiso entrar a valorar si volverá o no el año que viene en caso de que no se cambie la superficie de juego, como sí hicieron sus compañeros Nadal y Djokovic.

Para Berdych, 26 años, será su primera final en Madrid. Jugará la decimoquinta final de su carrera (7-6) y su segundo Masters 1.000, tras ganar en París 2005 y perder la final de Miami en 2010. Sería su segundo título en tierra, tras el lejano de Palermo 2004.