ATP 500 BASILEA

Nadal levanta un 1-6 y 3-5 ante Lukas Rosol en primera ronda

Lukas Rosol, número 69 del mundo, tuvo contra las cuerdas al español pero le tembló el pulso. Nadal ganó 1-6, 7-5 y 7-6 (4).

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Nadal levanta un 1-6 y 3-5 ante Lukas Rosol en primera ronda
GREG BAKER AFP

Rafa Nadal superó la primera ronda del ATP 500 de Basilea, pero lo celebró como un triunfo de mucho más caché. Lo había logrado después de más de dos horas y cuarto de un partido que estuvo muy lejos de ser sencillo. Porque el checo Lukas Rosol, 69º del mundo y su verdugo en Wimbledon 2012, consiguió por momentos sacar de la pista a un Nadal sin capacidad para seguir su ritmo y que no empezó a despertar hasta bien entrado el segundo set, cuando lo tenía todo casi perdido. Una reacción que llegó a tiempo para firmar la remontada (1-6, 7-5 y 7-6) y tener la oportunidad de olvidar en la siguiente ronda un encuentro donde, si bien mostró el carácter ganador de otros tiempos, su juego distó mucho de lo que se espera del español.

Sobre todo en una primera manga en la que Rafa fue una sombra y Rosol, a su lado, un titán. El checo se apuntaba sus saques sin ningún sobresalto (un punto al resto del español en todo el set) y rompía los servicios de Rafa casi con la misma facilidad. El primer episodio, en forma de monólogo, duró apenas 20 minutos (6-1).

Sólo existía un jugador en la pista y así se demostró también en el arranque de la segunda manga. El 4-1 con el que el checo se adelantaba parecía dejar todo visto para sentencia. Pero ahí empezó un nuevo partido. Los hasta ahora casi inexistentes golpes ganadores del español empezaban a castigar al checo, que también veía cómo su servicio flaqueaba. Eso no impidió que Rosol gozara de una gran oportunidad de cerrar el choque. Quizá el momento clave de un partido que Nadal levantó a base de coraje cuando estaba 4-5 y 30-0 en contra ante el saque del checo. Ese break lo logró Nadal apuntándose cinco puntos, casi los mismos que había sumado al resto en lo que se llevaba hasta entonces de un partido loco que tendría tercer episodio (7-5).

Una tercera manga que no iba a desentonar con el extraño desarrollo visto hasta entonces. La inercia positiva de Rafa le llevó a arrancar con dos juegos en blanco y mandar 4-1 en el set, pero sin la sensación de tener el partido controlado. Y de hecho no lo tenía, porque el checo volvió a ser el del primer set y el partido llegó a un tie-break donde Rosol volvió a desaprovechar una gran oportunidad de volver a amargar a Rafa. Estuvo 4-2 por delante tras un rosario de errores no forzados de ambos, pero volvió a fallar en el momento clave ante un Rafa que comenzaba a certificar la remontada. Un triunfo de carácter, que aún le sirve para, a falta de juego, llevar a buen puerto partidos así.