Por raro que pueda parecer, el Rafa Nadal de 2016 es primordialmente un jugador que depende abrumadoramente de la consistencia del servicio... y también del resto. Entre los vaivenes de ese servicio (74% de puntos con primeros, 61% con segundos y cinco saques directos), Nadal sufrió durante dos horas exactas a través de su estreno en el Qatar ExxonMobil Open de Doha: el torneo que Rafa conquistó en 2014 y del que fue apeado en la primera ronda de 2015 por el ignoto Michael Berrer. Al fin, Nadal dominó a Pablo Carreño (número 67 de ATP, ahora entrenado por Samuel López y con el grupo de Equelite de Juan Carlos Ferrero) por 6-7 (5), 6-3 y 6-1. En los octavos de este jueves, hacia las 17:00 horas, Nadal chocará con el holandés Robin Haase, al que venció en cinco sets la única vez que se han medido: en Wimbledon 2010, la última vez que Rafa se proclamó campeón en el All England Club.

Pero esta de Reyes fue una tarde difícil para Nadal en el Khalifa Stadium de Doha, a solo 18 grados de temperatura y en presencia de su gran amigo qatarí, el jeque Nasser Al-Khelaifi: extenista en ATP y actual presidente del París Saint-Germain. Casi un Rey Mago. Sin jugarse una sola bola de 'break' en todo el primer set, para nadie, la pegada plana y agresiva de Carreño impuso un ritmo inatacable para un Nadal confuso, que dejó escapar al asturiano con 6/2 en el 'tiebreak'. Un par de de los 30 errores no forzados de Carreño (Nadal, 25) llevaron el tanteo de la muerte súbita hasta 6/5. Ahí, Carreño abrochó con el triunfo del set tras un gran punto ganador al resto.

De vuelta y de inmediato, Nadal comenzó a presionar a tope el saque de Carreño, que empezó a titubear... y que iba a aceptar desde ahí hasta nueve puntos de rotura en contra: de ellos, Rafa aprovechó cinco, con un total de 30 tiros ganadores (Carreño, 22). Dos de esos 'breaks' sellaron la segunda manga para Nadal, mientras Carreño (que conoce bien a Rafa, ya que se entrenó con él en Manacor en diciembre de 2014), empezaba a acusar el fuerte ritmo. Con penas y fatigas, Nadal iba ajustando la pegada y conectó algún tiro ganador a 4.007 RPM de liftado en la bola. En el set final, Nadal escapó con 2-0... solo para sufrir el único 'break' en contra de todo el partido (1/2). Pero Carreño -cuatro dobles faltas- ya no tenía mucho más en la reserva y sufría la presión de Rafa (6/7 en puntos en red) en unos segundos saques de los que el pupilo de Samuel López solo ganó el 40%: 11/27. En esas condiciones, Rafa encarriló los cuatro juegos finales sin demasiado problema. "Estamos a principio de temporada y nada es fácil. Carreño ha jugado un gran partido, ha sabido presionarme y me lo ha puesto muy duro", concedió al fin Rafael Nadal Parera: ahora, Haase.