Desde que Andy Murray vislumbró en el horizonte el número uno de Djokovic, no ha parado de ganar. El escocés, el único del Big Four que no ha pisado el techo del tenis mundial (76 semanas como número dos), lleva siete títulos esta temporada (11 finales), los tres últimos torneos de manera consecutiva. Tras Pekín y Shanghai, este domingo se impuso en la final del ATP 500 de Viena a Tsonga, por 6-3 y 7-6. Un parcial en el último mes de 14 victorias y ninguna derrota.

Y claro, a ese ritmo tremendo, el objetivo del número uno se ha ido acercando hasta el punto de tenerlo a tiro en el próximo torneo, el Masters 1.000 de París-Bercy que arranca este lunes. Si Murray enlazara su cuarto torneo consecutivo y el serbio no llegase a la final, o el escocés fuera finalista con el serbio eliminado antes de semifinales, Murray se convertiría en el 26º número uno de la ATP. Por cierto, con 29 años sería el más veterano en estrenarse en este puesto desde John Newcombe, que llegó con 30 años en 1974.

Sin presión. Aun así, Murray no tiene prisa: “Sólo puedo controlar mis resultados, no los de Djokovic”. Consciente de que su objetivo, si no llega en este final de temporada, podría darse en el inicio de 2017, donde Djokovic defiende un buen número de puntos. Y el serbio, que acumula 122 semanas seguidas en la cima, ya nota el aliento del británico. Elegante, se deshace en elogios hacia el aspirante: “Está jugando el mejor tenis de su carrera”.

¿Por qué Murray puede ser número uno tras París Bercy?

Andy Murray encara el Masters 1.000 de París-Bercy que arranca este lunes con posibilidades de arrebatarle el número uno a Novak Djokovic. Sin embargo, este lunes aparecerá en el ránking ATP a 1.915 puntos, aunque es la lista de mejor del año (es decir, la de la carrera al Masters) la que sirve de referencia en la pelea por ser la primera raqueta del circuito. En ella, Murray se colocará a sólo 415 puntos del serbio. ¿Por qué la lista de la carrera al Masters es la referencia? Porque tras el torneo de París-Bercy el ránking ATP se unificará con el de la carrera al Masters, es decir, sin los puntos del torneo de Maestros del año pasado.

Por tanto, Djokovic dependerá de sí mismo en el Masters 1.000 francés para permanecer en el número uno: necesita llegar a la final. Para Murray, sus opciones pasan por ganar y que el serbio no llegue a la final, o ser finalista y que este no llegue a las semifinales.