El All England se rinde a Nadal, en su cuarta final

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El All England se rinde a Nadal, en su cuarta final

El All England se rinde a Nadal, en su cuarta final

ap / afp/ reuters / getty

No dio opción a Murray y se enfrentará mañana a Berdych

La Centre Court del All England Lawn Tennis & Croquet Club estalla en una ovación: larga, cálida y rendida. 15.000 espectadores con la mejor distinción del Reino Unido enfundan sus Union Jacks. Se rinden y rinden la Catedral del tenis mundial al número uno del mundo, Rafael Nadal Parera, de Manacor, España. Son las 18:19 horas del viernes 2 de julio de 2010. Siete años de finales del viejo rey Federer se van esfumando entre las sombras

Es el mismo All England que abre la cinta oficial de la última y protestona rueda de prensa de Federer con la cita de Joseph­ Rudyard Kipling que saluda la entrada a la Centre Court: "Si te encuentras con el Triunfo y el Desastre, trata de la misma manera a cada uno de esos dos impostores". El recadito a Federer se funde con la sensacional ovación a Nadal, cuando el número uno firma su cuarta final en cinco años, cuarta consecutiva en cuatro participaciones. Ahora, Berdych.

Wimbledon, Santana y Beckham (que felicitaron a Rafa) tienen razones para la emoción y el asombro. Andy Murray, el escocés de Dunblane que cargaba con la pesada púrpura de devolver al Reino Unido a la final del All England, tras 74 años, sólo duró 142 minutos en manos de Nadal. Murray, que sólo había cedido un set, no pudo arrebatar una sola manga a Rafa: "Puede hacer lo que quiera en la pista, es el jugador al que más disfruto viendo, es uno de los más grandes de todos los tiempos", soltó Murray en la Sala de Prensa: con espesa desolación.

Fascina la mutación de Nadal, que extrae nuevas armas de Manacor casi como cuando Borg remodelaba su saque en su isla privada de Kattilo. Murray perdió los dos primeros sets con una sola rotura de servicio. Andy sirvió un punto de set (6-5) en la muerte súbita del segundo, tras doble falta de Rafa. Ahí, Murray no sacó bien, Nadal cosió tres puntos seguidos con golpes sensacionales, derechas y passings y, con dos sets abajo (6-4 y 7-6), ni Murray ni todo el Imperio Británico podían levantar aquello.

De salida, Murray rompió en el tercero y navegó hasta 4-2: pero ya no ganaría un juego más en este Wimbledon. Nadal le destrozó con un parcial decisivo de 4-0, cargando una presión increíble sobre el servicio de Murray: que, bajo estrés y tensión constantes, cayó al 42% de primeros en el último set. Borg siempre ganaba Wimbledon con barbita de cuatro o cinco días. Si Nadal ya no se afeita hasta mañana...