El canadiense Vasek Pospisil, de 25 años y número 44 de la ATP, se alza hoy (15:00 horas) como un nuevo banco de pruebas para medir el estado competitivo de un Rafael Nadal... que ayer volvió a exhibir muestras de fragilidad en su estreno en el China Open (ATP 500), en Pekín. En ese debut, en dieciseisavos de final, Nadal batió al chino Di Wu por un doble 6-4, tras hora y 26 minutos: pero Di Wu, número 230 del mundo, provocó sufrimientos impropios a Rafa.

Rafael Nadal

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Llama la atención que Di Wu quebrara en cuatro ocasiones (4/7) el servicio de Nadal, tercer cabeza de serie del torneo, que quedó limitado a un 47% de puntos con segundos saques (10/21). Tres breaks en la segunda manga lanzaron al chino hacia un 4-2 de ventaja, más saque. Ahí, Nadal reaccionó brillantemente para cerrar el partido con cuatro juegos de una tacada y seis puntos de rotura convertidos (6/8) sobre los saques de un Di Wu atascado en el 29% (7/24) con segundos envíos. Nada de eso puede ocultar la fragilidad del juego de Nadal, sin competir oficialmente desde el 5 de septiembre, cuando cayó ante Fognini en Nueva York. El segundo saque y el mismo tiro de drive de Nadal se han ido debilitando hasta límites alarmantes, y apenas penetran en las defensas rivales. Eso aunque el mismo Rafa insiste en su optimismo y en su plan “a medio plazo”. “Estoy haciendo las cosas que yo creo que me van a hacer bien para empezar muy fuerte el próximo año”, insiste Nadal. Hasta hoy no se ha cruzado con Pospisil. Veremos.

Ferrer. Mientras, David Ferrer (recién llegado de triunfar en Kuala Lumpur) y el imponente Novak Djokovic no perdieron ocasión de exhibir su fortaleza. Ferrer despachó a Bellucci con aseo (6-4, 6-3)... y en 71 minutos, Djokovic (número uno confirmado en la ATP hasta 2016) arrasó a Bolelli como un ciclón o tifón del Mar de China: 6-1, 6-1. De madrugada, Muguruza debutó ante Irina Falconi.