El próximo lunes el español Roberto Bautista Agut amanecerá como el número 16 del mundo, un puesto que le acerca a su máximo histórico -fue el 14 en 2014- y al objetivo que se fijó en pretemporada, antes de erigirse en el campeón de los torneos de tenis de Auckland (Nueva Zelanda) y Sofía (Bulgaria).

Esas dos conquistas, sobre pista dura -al aire libre y bajo techo, respectivamente-, premian la polivalencia de un jugador que dos años antes ya había triunfado sobre arcilla y hierba, en Sttutgart y s'Hertogenbosch.

"El Roberto Bautista de ahora es más completo, con más experiencia, un poquito mejor en el aspecto mental, en el aspecto táctico y en el aspecto físico. Todas las facetas son importantes y yo he mejorado en todos los aspectos", comentó el castellonense, de 27 años, en una entrevista a EFE.

¿Hay una explicación a su brillante comienzo de temporada? Lleva dieciséis triunfos y dos títulos en seis torneos.

Ganar en Auckland me dio confianza para empezar bien el año y después lo pude demostrar en Sofía.

El trabajo de pretemporada fue muy bueno, estoy trabajando muy duro, siguiendo una línea de trabajo muy buena y muy bien dirigida por Jorge Simó y por Pepe Vendrell.

Hay veces que los resultados no salen tan bien y es debido a que hay mucho nivel, mucha competencia en el circuito y mucha igualdad. Por esa pequeña diferencia de nivel entre los jugadores a veces los resultados pueden salir como tú esperas, pero a veces no tanto.

En ese sentido, los dos títulos han supuesto un premio al buen trabajo del año pasado, a la buena pretemporada y a todo el trabajo que hay detrás. Es importante de vez en cuando ganar torneos para darte cuenta de que puedes estar con los mejores.

¿Se ha quitado en estos dos primeros meses de competición la presión de tener que conseguir buenos resultados?

Empezar el año ganando te da tranquilidad para lo que resta de temporada. Me ayudará a jugar más tranquilo, más relajado y a afrontar más seguro todas las situaciones. De momento la semana que viene salgo el 16 y mi objetivo era acercarme al número 14, que era mi mejor ránking de siempre. Poquito a poco lo estoy consiguiendo.

En 2016 ha ganado ante jugadores que le superan en la clasificación, como el croata Marin Cilic, el estadounidense John Isner o el francés Jo-Wilfried Tsonga. ¿Es el momento de mirar hacia el Top-10?

No me quiero centrar solo en el ránking porque cuando pasa eso te agobias y te pones más presión de la cuenta. Tengo que ir paso a paso. El trabajo es bueno y ahora debo seguir trabajando igual. La semana que viene salgo el 16 pero hay una grandísima diferencia con los mejores, igual de 2.000 puntos. Eso significaría ganar un Masters 1.000 o hacer cosas muy grandes y muy importantes.

Yo estoy trabajando para ser mejor jugador, no me quita el sueño ser Top-10. No es una meta que tenga entre ceja y ceja. Lucho por mejorar y por ganar partidos, por intentar estar en las rondas finales de los torneos. Soy ambicioso pero tengo que ser realista.

¿No se ve ganando un Grand Slam o un Masters 1.000?

Son retos muy complicados. Levantar un trofeo de esos son palabras mayores aunque si tengo la oportunidad de luchar por ellos seguro que lo voy a hacer. Queda mucho por delante y ojalá tenga la oportunidad de luchar por un momento tan grande.

A nivel de juego, ¿considera que la diferencia que le separa de los mejores jugadores del circuito es cada vez menor?

Me siento mejor jugador de lo que era estos últimos años. Voy mejorando, lo que significa que mi trabajo es bueno y que mi nivel va subiendo pero el nivel de los de arriba es muy alto. Tienen muchas armas. Yo no tengo tantas como ellos, pero con trabajo, sacrificio y entrega a veces tengo incluso la opción de ganarles.

¿El aficionado está viendo actualmente su mejor versión?

Estamos viendo una buena versión mía, pero trabajo para mejorar. Tengo 27 años y todavía me queda mucho que dar en el tenis.

¿Está orgulloso de su recorrido hasta la fecha?

He hecho un buen trabajo y cuando mire hacia atrás no me podré reprochar nada porque cada día de mi vida lo doy todo. Vivo por y para el tenis, por eso estoy orgulloso de mi carrera.

¿Alguna vez ha dudado de que podría llegar a su actual nivel?

Las dudas en la carrera de un tenista están presentes y estarán presentes siempre. Los nervios y la incertidumbre en el juego están en el día a día, en los torneos, en los entrenamientos, en los principios de año.

Pasé un momento de duda grande en la época de júnior porque los resultados no eran los esperados y porque mi nivel en aquella época se quedó estancado. Tuve muchas dudas y lo pasé mal, pero tuve la suerte de remontar el vuelo, cambié cosas y ahora puedo disfrutar de esta bonita profesión y de estar el número 16 del mundo.