"A Rafa no le hablamos de tenis en casa"

Ana María Parera

"A Rafa no le hablamos de tenis en casa"

"A Rafa no le hablamos de tenis en casa"

Fuera de las pistas, pocas personas conocen a Rafael Nadal como su madre, Ana María Parera. Nadal y Federer se enfrentan en doble duelo a beneficio de sus respectivas fundaciones, hoy y mañana, en Zúrich y Madrid. Y Ana María Parera revela las claves de la Fundación Rafa Nadal.

Para empezar, hablemos de la idea de la Fundación Rafa Nadal. Usted, Ana María, se encarga de la coordinación de actividades, viaja a la India, controla los asuntos pendientes en la Caja Mágica.

Empezamos con esta idea hace tres años. Lo primero que teníamos que dejarnos claro a nosotros mismos era saber dónde íbamos y qué era lo que queríamos. Ahora, a estas alturas, creo que ya manejamos un proyecto sólido

Con unas líneas maestras que, entre hoy y mañana, pasan por los partidos de Zúrich y la Caja Mágica, en Madrid.

La Fundación está abierta a tres líneas de trabajo: apoyo a niños con discapacidad, adolescentes y excluidos socialmente. En esos sentidos, nos movemos en la India (Anantapur), con Special Olympics y Aldeas Infantiles. En Anantapur tuvimos la suerte de trabajar con Vicente Ferrer y construimos el colegio para 150 niños, con tres pistas de tenis, que Rafa visitó en octubre pasado.

¿Puede explicar dónde estuvo el 'kilómetro cero' de todo este recorrido? ¿Qué movió a Rafa a esta implicación?

La base de todo es que Rafa tenía las ganas y la ilusión de hacerlo. Se puede resumir con estas palabras. 'Estoy arriba en lo que hago, voy a aportar mi granito de arena, voy a trabajar para que niños y adolescentes que apenas tienen oportunidades en la vida, que tienen problemas o que simplemente no tienen nada... puedan acabar teniendo una salida, una oportunidad'.

Es un concepto que se va extendiendo, ¿no?

Es que no es justo que la infancia tenga este tipo de carencias por haber nacido en determinadas circunstancias. Si los que están más arriba tienen la ilusión y ponen los medios para ayudarles, no cabe duda de que estos chicos tendrán más oportunidades, mejores salidas y menos carencias. En este concepto ya han coincidido Pau Gasol, Roger Federer y el mismo Rafa.

Lo que, al mismo tiempo, agranda la imagen y las posibilidades de salida al público de este tipo de ideas...

Con gente como ellos, Pau, Roger y Rafa, no cabe duda de que se puede agrandar la sensibilidad de todos. Es bonito ver a dos grandes jugadores de tenis como Roger y Rafa tan absolutamente unidos en favor de la infancia. La imagen de estos proyectos mejora y se agranda gracias a la implicación de todos ellos. En este caso, lo demás sobra.

Los beneficios del partido de hoy en Zúrich se destinarán íntegramente a la 'Roger Federer Foundation for Africa', ¿no? Mañana, en Madrid, le toca al programa de Rafa...

Roger ya lleva cinco años organizando su evento benéfico en Suiza. Es especial verles tan unidos: es una suerte. Rafa se marcha hoy mismo a Zúrich y ya regresa mañana a Madrid en compañía del mismo Roger. La gente se ha volcado en Zúrich y en Madrid. En el caso de Madrid, sentimos de verdad no poder acomodar a más de 12.000 personas en la Caja Mágica. En la cena de gala del Palacio de Cibeles también hubiéramos necesitado más mesas. En fin, cualquiera puede hacer aportaciones a través de la Fila Cero y a través de la página web de la Fundación.

Suena curioso e incluso como novedad que dos tenistas como Rafael Nadal y Roger Federer, enfrascados en una rivalidad deportiva histórica, mantengan un vínculo de amistad tan grande.

La rivalidad de Rafa y Roger se queda en la pista, no pasa de los partidos. Lo veo como un ejemplo de saber estar y educación por las dos partes que debería ser algo normal, lo normal para todos. El mensaje que ambos quieren dar es de educación y respeto hacia todos. Así fue como quisimos educar a Rafa. Si el deporte y la educación no pueden ir unidos, no habrá una imagen clara; entonces todo será peor.

¿Qué objetivo tenían los padres de Rafael Nadal cuando se vieron ante la formación de un hijo con trazas de superclase?

Ni su padre ni yo nos planteamos tener en el punto de mira la creación de un futbolista o un tenista. Hubiera sido un error desde el punto de vista educativo. Los niños deben disfrutar estudiando y disfrutar jugando. No puedes plantear objetivos. Otros quieren ver a los niños como futuros cracks. Nosotros nunca planteamos eso. Si aparecía, bien. Si no...

Y el niño Rafa prometía...

Ja, ja. 'Estudio para no suspender', decía. Y es verdad que no suspendía, pero le encantaba irse a entrenar. Cuando ya tenía 12 años fue cuando su padre y yo le dijimos que tenía que decidir lo que quería. Él decidió tenis. Ha hecho lo que ha querido y lo ha hecho porque lo ha disfrutado.

¿Les sorprendió la evolución que Rafa ha ido teniendo?

Nada se puede predecir, pero a veces, ya desde su primer título de Roland Garros en 2005, sí llega a sorprender la calma con la que afronta una serie de situaciones difíciles. Será por la concentración. Él lo recuerda todo. Nosotros siempre intentamos transmitirle un clima de calma, educación, y naturalidad. No es tan complicado.

¿Naturalidad?

Naturalidad total. De tenis, en casa, no le hablamos a Rafa. Bastante tiene con lo que le machacan por ahí fuera. Después, él tiene sus aficiones y sus amigos de siempre. Juega sus partidos de fútbol y partidas de golf con los mismos de siempre, como siempre: todo eso me alegra.

Al fin, uno ve a Rafa pasando el rastrillo para alisar las pistas en Roland Garros, nunca ha tirado o partido una raqueta...

No hubiera sido educado. El primer día que hubiese hecho eso, lo habría sacado de la pista.

¿En qué momento ha disfrutado o sufrido más con su hijo? ¿Fue en aquel primer título de Wimbledon, la célebre final de 2008 ante Federer?

Todos los momentos han sido especiales. Si veo sufrir a Rafa, yo sufro. Si disfruta, disfruto. Como cuando trabaja mi hija Maribel. Ante todo son mis hijos. Y Rafa es mi hijo, punto.