La cuarta final de los Internacionales de Francia entre Rafael Nadal y Roger Federer se agita entre unas claves que no ayudan, en ningún caso, a descifrarlo todo. Las claves: el récord de Bjorn Borg, el número uno del mundo, el público de la Philippe Chatrier, la flamante amistad de los duelistas, la prevista lluvia y, más prosaicamente, la derecha pesada y agresora de Nadal sobre el revés de Federer y la capacidad atacante del mismo Roger. Por partes.
Si Nadal somete por quinta vez a Federer en la Chatrier (en 2005 le apeó en semifinales), Rafa habrá conseguido todo esto: su victoria número 17 sobre Roger en 25 duelos. El sexto título en Roland Garros (décimo en Grand Slam), igualando la plusmarca de Borg en París. Y, en fin, mantener el número uno del mundo al menos hasta que acabe Wimbledon. Así, Nadal superaría el centenar de semanas al frente de la ATP, rebasando el mejor ciclo de Agassi.
Un triunfo de Federer valdría a Roger su segundo Roland Garros (título 17 en Grand Slam) y una inédita, histórica conquista ante Nadal en la Chatrier que, acaudillada por Anne Wintour, directora de Vogue, se volcará con el gran maestro suizo. "Lo que ha hecho Federer en su carrera es imposible de repetir", asume Nadal: mucho más amigo de Roger que cuando empezaron a cruzar raquetas, en 2004. Tan amigos son que Roger ofreció a Rafa su fenomenal éxito ante Djokovic como regalo especialísimo en el 25 cumpleaños de Nadal.
Pero la amistad no evitará la colisión: la derecha altísima de Nadal, metralla liftada, granizará sobre la trinchera del fino revés de Federer. Federer puede huir de la trinchera a base de su maravilloso control de servicio (18 aces a Djokovic) que debe doblar con ataque sostenido, gane o pierda, contra la defensa acorazada de Nadal: la mejor del mundo. Con aire mediterráneo, Nadal huele esa lluvia que Federer odia: la danza de la lluvia liftada de Nadal sobre el bello revés del artista Federer. Hagan juego.
Un 80% de probabilidad de lluvia
Los partes meteorológicos no ofrecen muchas opciones de que la final entre Nadal y Federer pueda cerrarse en el día de hoy. Los boletines dan para esta jornada en París una posibilidad de lluvia más o menos continua que en algunos casos alcanza el 80% y nunca baja del 75%. La única esperanza es que en esta última semana también se pronosticó lluvia para algunos días (incluso para ayer, sábado, al 60-70%), sin que los vaticinios se consumaran en ningún momento. De hecho, en todo el torneo de Roland Garros 2011 aún no se ha suspendido un solo partido por lluvia. Los que pararon fueron por falta de luz.
