David Ferrer, séptimo cabeza de serie en el torneo de Wimbledon, luchará por jugar su próximo partido, ante el eslovaco Karol Beck, con la misma "regularidad y confianza" con la que encaró la segunda parte de su duelo con la joven promesa Ryan Harrison.

"(Beck) ganó ayer a Guillermo (García-López). Juega muy recto y su juego se adapta mejor a la pista de hierba que el mío, pero trataré de ser regular", dijo Ferrer en su conversación con la prensa española al término de un partido que se disputó en dos jornadas.

Ferrer vio anoche aplazado su encuentro con Harrison, un estadounidense de 19 años que "será de los buenos". La falta de luz los detuvo cuando disputaban el cuarto set y el alicantino iba perdiendo por dos mangas a una.

"La diferencia (entre ayer y hoy) es que ha habido más tiempo para pensar, para descansar y he encarado el partido. Me ha salido todo. He hecho un partido muy serio. He estado muy concentrado y regular", comentó Ferrer sobre su actuación de este mediodía, que distó mucho de la del jueves por la tarde.

Pese a la inferioridad con la que se marchó a casa anoche, Ferrer no perdió la esperanza de remontar: "No me vi fuera porque quedaba mucho partido, pero sabía que era complicado".

David Ferrer se medirá por tercera vez a Beck, un jugador que en 2006 tuvo que interrumpir su carrera por una sanción de dos años de la Federación Internacional de Tenis tras dar positivo en un control antidopaje.

Antes de aquel amargo capítulo para el eslovaco, Ferrer le ganó en 2003 en la primera ronda de Metz por 6-1 y 6-2. Después, en 2010, le volvió a derrotar también en primera ronda en Johanesburgo (6-1 y 7-5). Aún así, el español no está convencido de poder hacerlo mañana porque esta vez la superficie sí acompañará más a su rival.

El número seis del mundo, que estuvo a punto de escalar al quinto puesto ayer cuando el sueco Robin Soderling se encontraba en la cuerda floja, aseguró que trata de no pensar en el ránking, aunque al final "siempre haces tus números".

Soderling estuvo a punto de caer ayer ante el ex número uno del mundo, el australiano Lleyton Hewitt, que le ganó los dos primeros sets de su segunda ronda, pero el escandinavo se repuso y amarró los tres siguientes parciales para avanzar en el cuadro y conservar su posición.

También Ferrer se sumó hoy al debate iniciado por los participantes españoles sobre las condiciones de la hierba en el All England Club y, al igual que Rafa Nadal, opinó que ésta no ha cambiado en absoluto desde que, en 2003, él jugó su primer Wimbledon.

"Yo la veo igual desde 2003. No he notado diferencia, la pista es la misma. Lo único que pasó es que cambiaron las bolas", explicó Ferrer acerca de la creencia de que ésta cada año bota más lenta.