La pista Rod Laver de Melbourne se construyó con cubierta en 1988. Wimbledon estrenó techo retráctil en 2009 y Roland Garros lo tendrá en el 2016. La Arthur Ashe, que data de 1997, no tiene siquiera proyecto para techarla. Costó unos 200 millones de euros y se estima que taparla costaría más de 100. La Federación estadounidense, propietaria del torneo, discutió en noviembre un plan de renovación, que no se ejecutará. Desde 1935, la final se ha ido 16 veces al lunes, incluido los tres últimos años. Ayer, los jugadores ya discutían la conveniencia de atrasarla ya.