¿Qué sensaciones tiene después de esta nueva victoria en Barcelona?

Estoy muy contento, pero quiero decir que David Ferrer se merece más que nadie este título por la ilusión, el coraje y la fuerza que pone cada vez por lograrlo.

¿Ha sido un partido duro?

Ha sido el partido más difícil desde que empecé la temporada de tierra. David siempre te obliga a ir al límite. Hoy me ha llevado físicamente al límite y tenísticamente no he tenido un gran día.

¿Por qué?

El final del primer set me ha dado mucha vida porque las cinco bolas de set que remonté antes de forzar el tie-break me han hecho mejorar. El juego del 6-5 ha sido definitivo. Pero en general no he jugado bien, y eso muchas veces es culpa del rival.

¿Es Ferrer el peor rival que puede encontrarse en tierra?

Es el número 6 del ránking y va a volver a ser el 5 como mucho antes de Wimbledon, pero sobre todo es el rival que nunca quieres encontrarte sobre tierra.

Hoy (por ayer) cumple usted diez años como profesional y este séptimo título en Barcelona parece decir que no tiene límite. ¿Se lo ha puesto?

El límite te lo marca tu cuerpo, tu mente. Si miras hacia adelante sabrás dónde estará ese límite cuando llegue el momento. A veces miro los títulos que he ganado y aún no me lo creo. Repito que cuando llegue lo sabré y entonces me dedicaré a pescar.

Ahora llega Madrid...

No sé cómo llegaré al torneo. Hay que pensar en la altura porque es diferente jugar allí que hacerlo en Montecarlo, Roma o Barcelona. Es un pequeño problema de técnica pero me adaptaré rápido.

¿Cómo valora el torneo?

Es realmente importante para mí porque me permite jugar ante mis seguidores de España en un marco único.