¿Cuáles fueron los problemas: la presión, las tribunas, el juego de Stepanek o aún traía cansancio acumulado del duro partido con Berdych?

El único problema es que Stepanek ha sido mejor que yo. Es justo ganador. He intentado dar lo mejor de mí y he querido jugar como mejor sé, pero no ha podido ser. Presión ha habido en cada momento para todos los que hemos jugado cada punto: es una final de Copa Davis. Físicamente, estaba bien, sin problemas y recuperado después del día con Berdych.

¿Qué le queda como experiencia?

Creo que nunca hemos arrojado la toalla. Vivir lo que se ha vivido aquí ha sido, al mismo tiempo, un privilegio, un honor, y al fin, una lástima. He aprendido mucho y he ganado en experiencia con este partido, pero queda claro que aún tengo mucho que aprender. Son momentos difíciles, pero nos vamos con la cabeza muy alta.

Técnicamente, ¿qué es lo que ha volcado en contra su pulso con Stepanek?

No es fácil jugar contra él, y menos en una situación y una pista como las que teníamos. Él presiona siempre, va constantemente a la red y hay que saber pasarle. No me he encontrado bien con mi derecha y no he podido hacerlo. Stepanek ha sido agresivo y ha sido mejor que yo.

¿Hay quejas del público?

No podía esperarse que los checos fueran a estar conmigo. El único público cuyo comportamiento me puede importar a mí es el nuestro, el de España, que es el mejor público del mundo.