El cruce de la zurda Petra Kvitova —doble campeona en Wimbledon— con la tailandesa Kumkhum será (a partir de las 01:00 horas de próxima madrugada) el partido que abra el Rod Laver Arena en la edición 2016 del Abierto de Australia, en Melbourne. Pero el torneo arrancará en realidad cuando, tras Kvitova y Kumkhum, lleguen los turnos de los dos campeones vigentes: Serena Williams ante la italiana Camila Giorgi... y Novak Djokovic frente al coreano Hyeong Chung, que tampoco es ningún desclasado y llega con el número 51 de la ATP.

Novak Djokovic

• Serbia

• Noticias
• Estadísticas

Rafael Nadal

• España

• Noticias
• Estadísticas

Y es evidente: Serena y Novak surgen en Melbourne como líderes mundiales y grandes favoritos. Más, un Djokovic casi invencible. Williams apenas ha jugado en 2016... después de no entrenarse entre septiembre y noviembre de 2015.

El favoritismo de Djokovic para lograr su undécimo título en Grand Slam y sexto en Australia (con lo que igualaría el récord de Roy Emerson) es reconocido y proclamado a todo trapo por Federer, Wawrinka y Nadal (“No veo cómo Novak puede perder ahora”). Roger Federer pide que ya se coloque “una estrella” junto al nombre de Djokovic, quien podría tocar una cita en semifinales con el propio Roger. A las 09:00 horas del lunes español, Federer ya tiene turno en el Laver Arena ante el georgiano Basilashvili, en la primera night session o sesión nocturna.

En la primera jornada, ya en esta madrugada de domingo a lunes, aparecen Carreño (nada menos que ante Nick Kyrgios, la atracción local), Almagro (con Benneteau), García López (Mathieu), Ramos Viñolas (Borna Coric) y, cerrando el día australiano, Roberto Bautista, flamante campeón en Auckland, ante un rival que regala poco: el zurdo eslovaco Martin Klizan, número 45 del mundo.

Para el martes quedarían la colisión entre Nadal y Verdasco (“dura primera ronda para mí... y también para Verdasco”, opina Nadal) y la puesta en escena de Garbiñe Muguruza, ante la estonia Kontaveit, número 88. Muguruza (solo ha jugado un set en 2016) mira de reojo al pie izquierdo. Melbourne navega entre nubes, claros y una doble pregunta: ¿quién y cómo puede ganar a Novak Djokovic?